Saturday, May 24, 2008

Viaje con nosotros


Vuelo 714 quién sabe adónde (I)


En realidad se refiere a mi blog. Imagino que veis lo mismo cuando desde hace un mes es Bob quien os saluda con la mano en el sombrero. Quisiera agradecer vuestro interés, si es que aún os dejáis caer por aquí. Esta viñeta es un homenaje al comic, al Arte.

No sé cómo escribir esto, pero lo intentaré. Lo cierto es que es difícilmente explicable con palabras. Me refiero a mi último viaje.

De todos es sabido mi natural querencia por las aventuras. Me identifico con el profesor Tornasol, aunque sea menos listo. Procuraré ser breve:

Decidí ir a Alemania en el puente de mayo, se lo había prometido a mi sobrino- ahijado Maxi, que celebraba su confirmación, un día importante para él, y más en la católica Bayern. Había visto vuelos Oviedo- Munich I/V por 300 euros, pero me parecía demasiado caro. Una semana antes vi el mismo vuelo por 390 euros, un precio prohibitivo.

Un par de días antes, azuzado por mi hermano, me dije qué demonios por Maxi y reservé un vuelo Santander-Frankfurt de Ryanair por 175 I/V. Había estado en Frankfurt un par de veces antes, y de allí a Nuremberg, donde me recogería mi hermana, me separaban tres horas en tren. Costo estimado: el mismo que el viaje desestimado, unos 300 y pico. Más dos horas entre Gijón y Santander. Pero me encantan las locuras.

Antes de aterrizar en Frankfurt me pareció extraño no ver la gran ciudad desde el avión, sólo veía campos de cultivo, pero no le dí mayor importancia. Sí me sorprendió la terminal, no la recordaba tan pequeña. Llegué a las 19:00.

A partir de ahora me transformaré en Gurb: meteros en mi pellejo.

Salgo del aeropuerto: no encuentro la estación de tren. Pregunto en Información y una señora me mira con sorpresa y me dice que no hay ninguna estación de tren. Cómo que no, le digo creyéndola trastornada, se cree que soy tonto pienso. No señor, esto es Frankfurt-Hahn, aquí no hay ninguna estación de tren. Sorpresa. Cómo que no es Frankfurt, pero qué dice esta. Frankfurt está a 140 km, caballero, las aerolíneas baratas operan con aeropuertos alejados , pero saldrá en breve un autobús para allá, llegará hacia las 23. Primeros sudores, primeras maldiciones. Me imagino en Frankfurt a las 23, a 3 horas de Núremberg, llegar a casa a las 3 de la mañana como muy pronto. Eso si hay tren.

Decido alquilar un coche. La noche antes había visto un coche por 60 euros dos días por internet pero no llegué a reservarlo. Menos mal porque lo hubiese alquilado, pero a 140 km del aeropuerto.
Me pongo a buscar coches, pero ninguna compañía tiene. Me encuentro un grupo de parejas asturianas, hablamos del Sporting, les cuento mi problema, me miran con extrañeza, nos deseamos un mutuo ascenso a 1ª y nos despedimos. Se van riendo, y yo sudorosamente nervioso.
Al final encuentro un coche: 150 euros, un Ford Mondeo nuevecito. Pienso que en realidad es mejor, me encanta conducir por Alemania, así que lo doy por bueno. Me cobran 15 euros por el GPS. Trago saliva. Llego al coche. Casi 4 horas después llego a Ingolstadt, donde vive mi hermana. A 200 por las autopistas, una gozada de coche. Y aún me adelantaban por la izquierda.


Mi genuina falta de previsión provoca estas situaciones, qué le voy a hacer. Pero es un modo, aunque bastante caro, de vivir experiencias. El viaje directo de Oviedo a Munich me hubiese ahorrado tiempo y dinero, pero no habría atravesado Alemania en coche a 200 - comprendan que si no le saco ventajas me pegaría un tiro-.

Hasta aquí la primera parte del viaje, en unos días les traeré la segunda. Y déjenme decirles que, si lo leído hasta ahora entra en los límites de lo que a cualquiera le podría pasar, les aseguro que en la segunda parte leerán cosas que ni el más osado de los guionistas hubiese sido capaz de imaginar.

Si quieren rebajar aún más la opinión que tienen sobre mí, no se pierdan el blog que escribí el 2 de abril del 2006. Pueden revisitarlo entre los restos del naufragio. Merece la pena.

Ayer fui tío por sexta vez. Celia nació una semana antes de cumplir ocho meses, pero también nosotros teníamos prisa por verla. Tres niños y tres niñas.

María, Maxi, Sarah, Samuel, Darío y Celia






Gasto total hasta aquí: 390 euros...